El uso tópico del cannabis se remonta a la antigua China y al antiguo Egipto. Los arqueólogos encontraron evidencia que sugiere que el cannabis se usaba para tratar erupciones cutáneas, heridas y úlceras.
A pesar de esta larga historia de uso tópico, la investigación sobre el uso de cannabinoides para patologías de la piel es uno de los campos de investigación más jóvenes en esta área y los datos clínicos sobre el uso de cannabis en la práctica dermatológica siguen siendo limitados. No obstante, cada vez hay más pruebas del potencial de los cannabinoides para el tratamiento de enfermedades inflamatorias de la piel, incluida la psoriasis.
Según un estudio de científicos de la Universidad de Colorado, el CBD podría ayudar a mejorar afecciones comunes de la piel. El equipo de científicos ha realizado ensayos en más de 40 pacientes, todos los cuales padecen problemas cutáneos a largo plazo. Nuestra piel tiene un sistema endocannabinoide propio, que ayuda a regular la producción de diversas hormonas y proteínas, incluidas las citocinas, que también participan en la respuesta inmunitaria.
Las enfermedades de la piel más comunes de nuestra época son el eccema y la psoriasis. Estas afecciones causan manchas o parches rojos y escamosos en la piel que pueden causar mucha picazón y dolor. Lo que lleva a un gran impacto en el bienestar físico y mental de una persona. Debido a las propiedades antiinflamatorias del cáñamo, se pueden reducir las irritaciones de la piel y la picazón causada por la inflamación. Con beneficios adicionales como los ácidos grasos omega-6 y omega-3, tiene un efecto significativo en la salud general de la piel.